Sobre nosotros

Hace unos años me diagnosticaron un cáncer de mama. Durante el tratamiento acusé mucha carencia de información sobre productos que me ayudaran a recuperar la imagen corporal. Embellecerse no cura el cáncer, pero contribuye a hacerte feliz.

En el proceso de quimioterapia, se me cayó el pelo. No sabía qué hacer o dónde ir. A través de un grupo de autoayuda conocí a César, especialista en posticería, que me asesoró y adaptó una bonita peluca. Tuve suerte, fue encantador y honesto.

El resultado sobre los ánimos que produce el sentirse guapa es algo que no da ningún medicamento. Pero no era suficiente. Mi cara perdió expresión sin las pestañas ni las cejas, me picaba la piel, no me quedaba bien la ropa… A través de internet, mis familiares, amigos y un grupo de autoayuda, recopilé información para solucionar mis problemas con más o menos éxito, con más o menos abusos, como pude comprobar a posteriori. En el grupo conocí a Elisenda, hoy mi amiga y socia, que tuvo menos suerte que yo. Tenía que hacer recuperación en piscina y en junio solo encontró un bañador desfasado y carísimo, con el que se tuvo que conformar. La prótesis le pesaba mucho para hacer natación, pero entonces desconocía que había prótesis de baño.

Elisenda es esteticista. Ella me enseñó como maquillarme las cejas y el rostro, de una manera efectiva y suave, a mi estilo. También me informó sobre los productos que tenía que usar y me puse en sus delicadas manos para realizar hidrataciones adicionales de cuerpo y cara. Poco a poco me sentía mejor. A Elisenda no le gustan las pelucas, pero la vida pone en tu camino personas para ayudarte y en el nuestro apareció otra creativa mujer, patronista y diseñadora de joyas y complementos.

M.ª Jesús, nos hizo preciosos pañuelos y sombreros, que nos ayudaron a vernos mejor ante el espejo. M.ª Jesús también tuvo sus dificultades, pues ante una operación parcial, le costó encontrar sujetadores postoperatorios de algodón, sin aro ni costuras; y después prendas correctas que le ayudaran a disimular la dismetría de la mama. Más tarde y también por casualidad, contactamos con un fabricante de prótesis, corsetería y baño, que nos mostró un sin fin de posibilidades para que nos sintiéramos otra vez mujeres y pudiéramos vestir con normalidad.

Las tres crecimos juntas, ayudándonos mutuamente. Y después de un tiempo de reflexión y para que otras mujeres como nosotras no se sientan perdidas ante un mar de dudas y desesperación, decidimos crear Animare, un centro integral dónde encontrarás mimo, acogida, calidad, honestidad, información sin compromiso y todos los productos que necesites. Es nuestra contribución para ayudarte a volver a sonreír…

Bienvenida a Animare,

Mercedes.